La humanidad confiscada de una bestialidad pura ; entre guerra e infancia, vivos y muertos. Historia e individuos, pasado, presente y futuro de la especie. Michel Azama ha querido que los muertos, contrariamente a los hechos diversos, nos llegue. Que ellos resuciten delante nuestro y nos den su ultimo mensaje. Que de esto resulten las contradicciones de la carne y de la mente. Que el humor y la ternura coloreen el horror y que que este canto de catástrofe tenga, contra toda voluntad, una incontestable buena salud.